Foto por Fernando Castro Cid.
Si verlos y escucharlos solos ya era un deleite, apreciar su talento compartiendo escenario resultó una experiencia magnífica. De eso comenzaron a dar testimonio alrededor de 500 espectadores de nuestra provincia, apenas terminó el concierto que dieron en Los Ángeles Roberto Bravo y Tito Beltrán en agosto.
La presentación, organizada por la Asociación de Empleados del Poder Judicial – Regional Bío Bío, permitió apreciar las reconocidas dotes individuales de estos dos artistas chilenos, pero, ante todo, la sociedad que improvisaron hace años y que lograron consolidar en poco tiempo, aunque todavía con actuaciones conjuntas en pocas ciudades del país.
En este caso, el eximio pianista y el famoso tenor vinieron al Teatro Municipal angelino, donde el primero ofreció un repertorio clásico y popular, interpretando magistralmente piezas de Chopin o Beethoven, tal como las de Ennio Morricone o John Williams -en un segmento de música de películas-, Víctor Jara o Silvio Rodríguez.
Sin embargo, los momentos culminantes del evento llegaron cuando se unió a él la voz de su ilustre compañero, quien le siguió para entregar juntos unas memorables versiones de arias de óperas como “Rigoletto”, de Verdi, y “Turandot”, de Puccini, además de una serie de temas tradicionales conocidos a nivel internacional, entre ellos la italiana “O sole mio”, la española “Amapola”, la mexicana “Granada” y la chilena “Ay, ay, ay”, de Osmán Pérez Freire.
La ovación para ambos no tardó en surgir hacia el final de la velada e incluso el público volvió a brindárselas de pie por la simpatía que también habían derrochado en cada intermedio, mientras ellos alzaban sus manos y enseguida las bajaban para llevarse un reconocimiento de los organizadores por el excepcional espectáculo.
MÚSICOS Y CÓMPLICES
Para el célebre pianista, fue una ocasión muy grata, tanto por la compañía del cantante lírico como por la recepción del público: “Nos sentimos muy bien haciendo el concierto porque tenemos una muy buena relación y un buen fiato, entonces nos divertimos mucho en escena; tenemos una amistad y una complicidad única para hacer música, y creo que toda la gente estaba muy contenta”.
Su alegría era aun mayor, pues seguía celebrando de este modo 50 años de vida artística, una trayectoria de la cual destacó principalmente la oportunidad de “haber podido hacer lo que a uno le gusta y haber llegado a un momento de la vida en que uno solamente tiene que agradecer por todos estos años de carrera, por tocar y seguir tocando, por haber vivido tantísimas experiencias hermosas a lo largo y ancho del planeta”.
Feliz se mostró igualmente el distinguido tenor nacional, ya que “compartir escenario con el maestro Bravo es siempre agradable, simpático y fantástico, y pudimos hacer un buen show, la gente quedó contenta, con una ‘alegría en el alma’, como decían algunas de las asistentes, y con expresiones así, que a uno lo llenan verdaderamente”.
Tras venir el año pasado como solista y luego de esta aplaudida visita en sociedad, Tito Beltrán declaró que su próximo desafío personal sería traer una ópera al Municipal de Los Ángeles, recinto que elogió por su acústica y otras cualidades: “Después de haber estado en los grandes escenarios junto a Plácido Domingo o Luciano Pavarotti, y venir a Chile, actuar con Roberto Bravo y hacer un gran musical, tengo muchos proyectos y me gustaría plantearlos acá también, porque ustedes tienen un teatro con muchas posibilidades”.
JUSTA CELEBRACIÓN
Tanto o más alegres estaban los integrantes de la Asociación de Empleados del Poder Judicial de Los Ángeles y la provincia de Bío Bío, quienes, a través de la organización de este concierto, festejaban el ascenso de la agrupación a la categoría Regional, obtenido de parte de la convención nacional del gremio.
“Eso nos permite una autonomía administrativa respecto de Concepción y nos ayuda mucho a proyectar el trabajo que nosotros hacemos”, afirmó el presidente de la asociación, Juan Carlos Escribano, agregando que “eventos como éste los podemos realizar gracias a que ahora tenemos mayor independencia, es decir, ya no dependemos tanto del centralismo que todos los de provincia reclamamos; esto había que celebrarlo de buena manera y qué mejor que con dos artistas de categoría internacional”.