Con dos intensas jornadas concluyó a fines de noviembre el rodaje de la más reciente apuesta del director angelino David Contreras: “Zohe”.
La filmación iniciada durante el invierno en el corazón ferroviario de San Rosendo, llegó a su término hacia el oriente de Los Ángeles, concretamente sobre los arenales de Curanadú y en una instalación industrial de Cerro Colorado.
“Todas eran escenas de mucha acción, muy entretenidas y dramáticas, las cuales irán distribuidas en la película al inicio, desarrollo y principalmente al final”, señaló el realizador y director general de Chilefantástico tras hacer sonar la claqueta por última vez entre sus técnicos y el elenco.
Exhausto, aunque muy satisfecho, el autor de “Abandonados” -la primera trilogía del cine chileno- comentó que la producción fue “un tremendo desafío”: “Se rodaron escenas a gran escala y complejas, con más creatividad que recursos, y creo que resultó en general muy bien. Hay cosas que se debieron ir modificando en el camino, pero se apeló siempre a la flexibilidad, al igual que en los proyectos llevados a cabo anteriormente”.
Destacó también la actitud de todo el equipo involucrado en este largometraje de ciencia ficción acerca de la lucha de la humanidad por el agua, la sobrevivencia y la salvación en el asolado planeta Tierra del año 2084.
“El ambiente siempre fue de gran compañerismo, empuje y aguante, además de contar con muchísima participación comunitaria, incluidas más de 100 personas de diversas edades como extras a lo largo de las distintas secuencias del filme”, resaltó Contreras, agregando que esto “resultó sumamente positivo, puesto que, por un lado está la película, que es la obra como tal, y por otro está algo que todos valoramos muchísimo, que es la vivencia del proceso y la convivencia con otras personas en el desarrollo creativo”.
“Esta vez fue por medio de una obra cinematográfica, pero con otro tipo de arte a realizar en el futuro, ya sea la pintura, el dibujo, el teatro o la música, sería igual de maravilloso vivenciarlo”, enfatizó.
A su juicio, la principal dificultad que enfrentaron en el transcurso de este periodo radicó en el dinero, “porque se estaba trabajando con recursos limitados en la construcción de una pieza audiovisual compleja, debido a la gran cantidad de elementos que implicaba el trabajo en terreno, tanto en logística como en la producción en general”.
En contraposición, subrayó, “la mayor gratificación fue haberlo hecho, pese a todas las complicaciones que tuvimos, y la posibilidad de compartir con personas maravillosas, viejos y nuevos colegas y amigos”.
“La posibilidad de comunión es sin dudas una de las cosas más valiosas, uno aprende mucho y se retroalimenta de la vivencia de los demás, más aun en grupos tan diversos como en este caso”, añadió, volviendo a poner acento en el aspecto humano.
En base al trabajo desarrollado hasta ahora, se mostró confiado en obtener “una película muy entretenida e intensa y que visualmente será muy interesante, y espero que todo el público pueda disfrutarla, incluso quienes no gustan del género fantástico”.
Para eso ya se dedican, con tanto o mayor ahínco, a la etapa de post-producción, proyectando culminarla dentro de este año por lo que significa editar el filme y aplicar al mismo tiempo el diseño de sonido, la musicalización y los efectos especiales.
“Aún se están definiendo algunas cosas desde el punto de vista técnico, pero tenemos fe que estas diferentes labores a realizar resultarán de buena forma”, dijo el cineasta luego de concluir el rodaje, reconociendo que “la etapa que viene por lo general es la más larga en este tipo de procesos y con esta película en particular no será distinto”.
A UN ALTO NIVEL
Sensaciones parecidas experimentaron al finalizar las grabaciones los profesionales y técnicos que se sumaron al nuevo proyecto de Contreras.
Así, por ejemplo, el actor y director de actuación, Néstor Carrasco, se refirió a la fase recién concluida: “El trabajo de rodar es bastante difícil, pero también entretenido; uno siempre se queda con lo mejor y eso es lo que va rescatando de toda la gente que ha puesto su energía en este largometraje; yo me quedo muy satisfecho por toda la fuerza que hay, por quienes vinieron de extras, por David, por el equipo de producción, en fin, porque se está viendo reflejado un muy buen producto de un arduo trabajo”.
Valoró, en tal sentido, el cariño y el talento que cada uno puso en sus respectivas funciones “para lograr un trabajo de primer nivel”, lo que confirma sus expectativas respecto del resultado final: “En definitiva, el cine es entretención, y yo creo que va a quedar un producto bastante entretenido, algo digerible para toda la familia, que también quiere entregar un mensaje destinado a cuidar lo que ya tenemos para no devastarlo y buscar en el cine herramientas que nos permitan ir tomando lecciones de vida frente a las cosas que van pasando en el mundo”.
Coincidió plenamente con él su compañero de labores Pedro Valdés, uno de los asistentes de producción y más “antiguos” colaboradores de Contreras, convencido de que “va a quedar una obra de muy buen nivel, porque ya con ‘Abandonados’ se hizo un trabajo sin nada de plata y ahora hemos tenido apoyo del Gobierno Regional y de otras instancias; sin embargo, no han sido tantos los recursos como la calidad de lo que se está haciendo, involucrándose aquí un gran equipo humano, efectos audiovisuales y tecnología computacional, junto con la ayuda de empresarios locales que han facilitado sus instalaciones para algunas escenas”.
Al respecto, recogió las palabras de uno de los principales miembros del reparto, el famoso actor Roberto Vander, que elogió la voluntad y capacidad del reducido grupo encargado de la producción, cuyas mismas tareas generalmente son asumidas por equipos mucho más numerosos en Santiago.
“La verdad es que hemos hecho un trabajo lo más profesional posible y creo que tenemos un gran futuro después de este rodaje”, resaltó Valdés, esperanzado en que “vamos a llegar a la pantalla grande, esa es la meta ahora, con esta película”.
EL SUEÑO DE HACER CINE
A los actores se les vio igual de conformes y ansiosos una vez que abandonaron la última locación, desde aquellos que cumplían roles protagónicos hasta los que tenían menos figuración dentro de la historia.
En el caso de Philippe Trillat, oriundo de Concepción, consideró un honor haber recibido la misión de interpretar al personaje principal -que, por cierto, le da el nombre al largometraje- y elogió la entrega de todo el equipo.
“La sensación principal es la de un grupo que tiene una ilusión muy grande, un sueño, que es hacer cine en Chile, algo muy difícil, sobre todo para quienes somos de provincia, entonces lo que yo más destaco de la realización de esta película, más allá del guión o el impacto que pueda tener, es el esfuerzo de producción que hay detrás, con muchas horas de trabajo y mucho sacrificio”, expresó Trillat.
“Y además es mi primera película”, contó, “entonces he puesto harta energía en este trabajo, energía que desde un principio se la demostrado a todo el equipo y que se la prometí al director”.
Por ello, confía no solo en el producto final y la difusión del mismo sino también en sus posibilidades de hacer carrera en el séptimo arte gracias a “Zohe”: “Espero que el resultado llegue a las salas de cine y que el público pueda recibir la película con el fundamento esencial que tiene relación con la ficción de que en el futuro tengamos carencias de las que hoy no nos damos cuenta. Y a modo personal sería muy beneficioso desarrollarme en el cine, es algo que busqué hace tiempo, no pensé que iba a llegar ahora, y para mí es un lindo desafío que espero sortear de gran manera, con la misma humildad que me llamó David”.
En tanto, para Graciela Castillo, una de las angelinas que se desempeñó como extra, la experiencia “ha sido muy especial, bonita, entretenida, me encantó, y estoy muy feliz de haber participado porque esto incluso me ayudó a olvidar los problemas y las preocupaciones”.
“Son tantas las cosas que me han gustado, que no tengo palabras para expresarlo, solo puedo decir que es algo muy lindo y que hace muchos años debiéramos haber tenido la posibilidad de hacerlo acá, en nuestra provincia, porque antes no existía y se hacía únicamente en Santiago”, declaró, vestida todavía con el traje de sobreviviente que usó para la grabación de una de las últimas escenas.
DE PLANTA INDUSTRIAL A LOCACIÓN
Una parte significativa del rodaje tuvo lugar en dos instalaciones fabriles de Los Ángeles, entre ellas la procesadora del empresario agroindustrial Carlos Kulenkampf, situada camino a Cerro Colorado.
Pese a que jamás imaginó que su infraestructura podría ser utilizada en algún momento para hacer una película, no tuvo ningún inconveniente en acceder a la solicitud de David Contreras, básicamente porque “creo que este tipo de actividades hay que apoyarlas en la medida que uno tenga la posibilidad de hacerlo, con el debido respeto las cosas se pueden realizar hasta llegar al éxito y para Los Ángeles es importante que haya gente que haga cosas distintas”.
“Sé que ésta es una meta más alta para David”, indicó, acotando que ahora el cineasta “se puso exigencias mayores, trajo actores profesionales y hay que elogiarlo, y con mayor razón ayudarlo y desearle mucha suerte porque el esfuerzo que se está haciendo es muy grande”.
Sin titubeos, sostuvo que no es difícil respaldar este tipo de iniciativas “cuando se tienen las ganas”: “Mientras uno tenga claro qué es lo que quiere, disfruta al hacerlo, y si eso además trae resultados, fantástico. En ese sentido, todos tenemos una responsabilidad de darle espacio al que venga detrás de nosotros, para que pueda foguearse y crecer; de lo contrario, difícilmente se abren los caminos y se presentan nuevas oportunidades”.