Foto por Fernando Castro Cid

 

Hace mucho tiempo ya que Ricardo House (Santiago, 1952) está dedicado a exaltar la figura y obra de destacados creadores nacionales mucho más allá de las fronteras de nuestro país, a través del formato audiovisual.

En esa línea hizo recientemente una serie de documentales con fondos chilenos y mexicanos -uno de ellos sobre la vida de Gabriela Mistral en tierras aztecas-, a los cuales se sumaron otros tres, acerca de la muralista Carmen Cereceda, el laudero Gastón Lafourcade y el escultor Víctor Núñez.

Y el mismo afán lo trajo a Los Ángeles el verano pasado, en este caso para terminar una nueva trilogía: “Roberto Bolaño: La batalla futura”, en la que ha estado trabajando durante ocho años.

Junto a dos asistentes, vino en busca de pasajes reveladores de la infancia y adolescencia del famoso escritor, etapas que éste vivió precisamente aquí junto a sus padres hacia fines de los años ’60.

Foto por Fernando Castro Cid

Cámara en mano, el equipo se abocó a recoger testimonios de parientes, compañeros de estudios, vecinos y amigos del autor de “Los detectives salvajes”, visitando a la vez el Liceo de Hombres en el que cursó parte de su enseñanza media -a fin de revisar, por ejemplo, los libros de clases de la época-, la casa donde residió la familia Bolaño Ávalos en el casco antiguo de la ciudad, los espacios que él recorría habitualmente e incluso la tumba de su ascendencia.

Las grabaciones e investigaciones se realizaron no solo en la capital provincial de Bío Bío sino también en Collipulli, Mulchén y Concepción, pero se extenderían a Cauquenes, Viña del Mar, Santiago e incluso Las Cruces, adonde los tres pretendían ir en busca de algunas palabras de Nicanor Parra, a quien un día le llegaron a presentar al joven novelista.

Este viaje al pasado conduce a la tercera parte y final de la triada, dando forma a un registro que pretenden estrenarlo a mediados de julio próximo con ocasión del aniversario de fallecimiento del connotado narrador, según anunció House antes de continuar su itinerario.

-Usted ha dicho que se siente muy identificado con Roberto Bolaño y que eso lo motivó en parte para hacer este documental. ¿En qué aspectos coinciden principalmente?

“Gran parte de este trabajo obedece a una motivación muy personal, porque hay una equivalencia generacional: él nació en 1953, yo el año 1952; él se fue de Chile a los 15 años a vivir a México, yo me fui a los 21 años a ese mismo país, y en los ambientes literarios teníamos amistades en común. Y hay una serie de coincidencias, sincronías o situaciones que van encadenando mucho la experiencia suya y la mía, aun perteneciendo a otros mundos. Luego él se fue a Suecia y yo en la misma época me fui allá también, entonces hay como un juego de sombras ahí”.

-Y en el plano profesional, ¿qué lo estimuló a hacer un registro sobre él?

“Desde ese punto de vista, me encuentro con un personaje que a todas luces sería interesante para cualquier documentalista, y hay una gran necesidad de conocer a este escritor, que crece y crece, es un fenómeno literario que no ha sido suficientemente estudiado, y recién se empieza a estudiarlo, a leerlo, a entenderlo, a releerlo, a dimensionarlo, siendo más reconocido en España, México y otros países que en Chile”.

-¿Qué vino a buscar exactamente de él acá?

“Pues yo me hice la misma pregunta, ¿no?, y con pocas certezas y muchas interrogantes quiero responder a esto, porque Roberto Bolaño hace un énfasis cuando le preguntan sobre Chile y su historia, su vida, sus recuerdos y su germen en Chile, a pesar de que fue un itinerante, de hecho con su familia vivieron en Valparaíso, Quilpué, Viña del Mar, Cauquenes… Y a Los Ángeles lo menciona como un sitio donde existió una relación especial, distinta en cuanto a intensidad; bueno, aquí tuvo su preadolescencia y adolescencia, una etapa que a todos nos marca mucho”.

-¿En qué aspecto lo habría marcado a él esta zona?

“Aquí empieza a desarrollar sus primeras previsiones, diría yo, de lo que él mismo sería en el futuro, porque hay libros, por ejemplo, como ‘El tercer Reich’, que tienen que ver con juegos que él inventaba, a modo de estrategia, con sus amigos, a los 12, 13 o 14 años, pasando tardes, días o fines de semana enteros jugando a la guerra, entonces hay muchos elementos que persisten y así lo recuerda o sostiene: que Los Ángeles fue para él un lugar y un tiempo muy entrañable, de gran nostalgia”.

-¿Usted asumió esta venida, entonces, ante todo como una exploración?

“Sí, porque a Roberto Bolaño los expertos literatos o académicos lo están estudiando y creo que hay miles de tesis en el mundo sobre este escritor. Según Jorge Arralde, el editor de Anagrama, no había existido un fenómeno literario en lengua española como Roberto Bolaño desde García Márquez con ‘Cien años de soledad’, o sea, en más de 50 años, entonces sostiene que los lectores latinoamericanos estaban esperando algo distinto, y Bolaño llena un poco ese espacio. Pero sí, vine con muchas preguntas y con las antenitas muy paradas a ver qué encontraba, buscando las señales o el germen, y si ya de niño Roberto manifestaba una potencia que luego iba a crecer y a explotar”.

-¿Qué cree que aportará la tercera parte a la trilogía?

“Mucho, pues creo que no se sabe nada o muy poquito respecto a su niñez, más bien lo que él mismo ha manifestado, por lo tanto aquí hay muchos elementos frescos que van a aparecer en el tercer capítulo, tras conversar con sus amigos y otras personas que lo conocieron, entonces esto es muy rico, muy vivo, muy verdadero, o sea tenemos la mirada humana sobre el niño o el jovencito Bolaño, que va a aportar al conocimiento más integral del personaje”.

-La serie terminaría con el comienzo de su historia, al estilo de algunas sagas cinematográficas.

“Efectivamente, hay un juego de tiempos; si uno fuera muy cronológico para hacer su trabajo, tendríamos que haber empezado por aquí, pero venimos de regreso; bueno, comenzamos por la mitad, luego nos fuimos hacia la conclusión de su vida y su carrera, y luego regresamos al origen, porque, conociendo realmente o metiéndose en lo que resultó de Roberto Bolaño, el producto es tan potente, tan enorme e indescriptible, y es tan difícil entender esta especie de locura literaria desarrollada y propuesta por él, que necesariamente -como documentalista o periodista- te empuja a cuestionarte de dónde viene o cuándo empezó todo esto, y en consecuencia te vas a los orígenes o al germen, buscando los primeros guiños o las señales iniciales”.

-¿Cree que el paso de él por Los Ángeles fue determinante para su obra literaria?

“Aquí ya hay un desarrollo en ese sentido, como lo relatan sus amigos y cercanos, hay una gran curiosidad de él, quien avanza muy rápido en la lectura; con algunos de ellos se encontraba en la biblioteca de la escuela o del Liceo de Hombres, entonces sí, aquí ya estaba muy enfocado y desde hacía tiempo decía que iba a ser no solo un escritor sino además un escritor famoso, algo que a los 14 años tenía clarísimo”.

-¿Qué nivel de distribución espera para esta trilogía?

“Nos hemos enterado que las obras de Roberto Bolaño ya están siendo lectura obligatoria en las escuelas públicas, entonces sería fantástico que la trilogía se pudiese distribuir a todas ellas, así como también debiesen estar distribuidos los documentales de Neruda, Mistral o Parra. Y no tenemos dudas que esta serie va a estar distribuida en Chile, México y España porque, dado el gran interés y las altas expectativas que hay en muchos países respecto de Bolaño, este trabajo se puede difundir con cierta facilidad”.

-¿Qué espera en definitiva de la trilogía?

Imagen por Fernando Castro Cid

“Generar interés en los jóvenes y en todo el público por leer a Bolaño. Tenemos fragmentos de entrevistas a él, declaraciones de su madre, su padre y sus colegas, amigos, familiares; el trabajo está bien llevado, tiene ritmo y lo que debe tener un documental para ser entretenido. Mientras más se lea a Roberto Bolaño es mejor, porque es un escritor fantástico, que tiene una propuesta inusualmente poderosa, así es que, si con este trabajo se gana un lector, ya me siento satisfecho, aunque creo que serán muchos más los que van a leerlo después de ver la serie”.

-¿Percibe, como ocurre a nivel nacional, que aquí hay una enorme figura arraigada pero poco apreciada por la comunidad local?

“En la medida que tú conoces algo o a alguien, lo amas, lo dimensionas y te interesa, y ése es el propósito de la trilogía que estamos realizando, de manera que si contribuimos a que se conozca más a Bolaño en Los Ángeles y que la gente se interese también porque en parte él es de aquí, pues tanto mejor, pero hay que darle la oportunidad a la gente de conocer y de interesarse”.

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